
Manuel Silva Acevedo nació en calle Ejército y su infancia y primera adolescencia transcurrieron en las calles Toesca, Carrera, Sazié, Gay y Domeyko, y en la pequeña plaza Manuel Rodríguez. Aprendió sus primeras letras en la escuela parroquial de calle Vergara y escribió sus primeros versos en la Academia de Letras Castellanas del Instituto Nacional donde cursó Humanidades. Sus principales publicaciones: Suma alzada (FCE, 1998); Cara de hereje (LOM, 2000); Día quinto (Universitaria, 2002); Lobos y ovejas (UDP, 2009) y Contraluz (Pfeiffer, 2010). Antologado en Chile, España, Francia, Alemania, Suecia y Estados Unidos. Sus premios: Trilce (1972), Libro de Oro (1977), Eduardo Anguita (1997) y Círculo de Críticos de Valparaíso en 2002, siendo nominado al Premio Altazor. Traducido al inglés, francés, portugués, alemán, sueco e italiano. Sobre su escritura, Adriana Valdés expresó: “¿Cómo logra que el poema tenga la fuerza transformadora que ejerce sobre el lector? Yo diría en primer lugar por la justeza, por la precisión del trabajo del poeta, transformado en orfebre de las palabras”.